Homilía 4 de Marzo de 2016
NO ESTAS LEJOS DEL REINO DE DIOS
Lecturas del Viernes de la 3ª semana de Cuaresma
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Viernes, 4 de marzo de 2016
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Evangelio
Lectura del santo evangelio según san Marcos (12,28b-34):
En aquel tiempo, un escriba se acercó a Jesús y le preguntó: «¿Qué mandamiento es el primero de todos?»
Respondió Jesús: «El primero es: «Escucha, Israel, el Señor, nuestro Dios, es el único Señor: amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente, con todo tu ser.» El segundo es éste: «Amarás a tu prójimo como a ti mismo.» No hay mandamiento mayor que éstos.»
El escriba replicó: «Muy bien, Maestro, tienes razón cuando dices que el Señor es uno solo y no hay otro fuera de él; y que amarlo con todo el corazón, con todo el entendimiento y con todo el ser, y amar al prójimo como a uno mismo vale más que todos los holocaustos y sacrificios.»
Jesús, viendo que había respondido sensatamente, le dijo: «No estás lejos del reino de Dios.»
Y nadie se atrevió a hacerle más preguntas.
PALABRA DEL SEÑOR
HOMILIA
NO ESTAS LEJOS DEL REINO DE DIOS
Hermanos, cuanta alegría pudo haber generado en el Señor este escriba del evangelio, cuando se dio cuenta del conocimiento que tenía sobre cuál es el primero y más importante mandamiento. Ante la cantidad de leyes y normas que regían al pueblo hebreo, fue lógico para este escriba preguntarle al Señor, lo que en su corazón ya intuía como lo que podía ser lo más central y significativo en medio de tantos compromisos morales.
El Señor le confirma que el primero y más importante mandamiento es el amor, pero el amor a su Creador, a su principio y fin. Y como consecuencia de este, se daría inmediatamente el segundo, el amor a sí mismo y al prójimo.
No es posible el amor hacia las personas, y mucho menos hacia uno mismo, si no se ha entrado en la esfera del primer amor, en el amor a Dios. En esto consiste aquel reino de Dios del cual Jesús le hablaba al escriba. Y como el hombre se había separado de este amor de Dios, era necesario que Cristo se encarnará para redimir y volver a poner al hombre en este estado de amor. Su misión consistió, entonces, en restaurar este amor divino que por el pecado, se había dañado en el hombre y colocarlo de nuevo en el puesto para la cual el hombre había sido creado.
Volumen 19, Agosto 27, 1926
“Quiero que la criatura comprenda que su puesto, asignado a ella por Dios es en mi Voluntad, y hasta en tanto no entre en Ella estará sin puesto, sin orden, sin finalidad, será una intrusa en la Creación, sin derecho de permanencia, por eso andará errante, sin paz, sin herencia, y Yo, movido a compasión de ella le gritaré continuamente: ‘Entra en tu puesto, ven al orden, ven a tomar tu herencia, a vivir en tu casa, ¿por qué quieres vivir en casa extraña? ¿Por qué quieres ocupar un terreno que no es tuyo? Y no siendo tuyo vives infeliz y eres el siervo y el hazmerreír de todas las cosas creadas. Todas las cosas creadas por Mí, porque permanecen en su puesto, están en el orden y en perfecta armonía con toda la plenitud de sus bienes que Dios les asignó, sólo tú quieres ser infeliz, pero infelicidad voluntaria, por eso ven a tu puesto, a él te llamo y ahí te espero.’ Por eso, aquél o aquélla que se prestará a hacer conocer mi Voluntad será mi portavoz, y Yo le confiaré los secretos del reino de Ella.”
Conocer esta verdad, de que el primer compromiso del hombre es volver a su puesto, a la finalidad para la cual ha sido creado, es la puerta de entrada al reino de los cielos. Que dolor para el Señor, cuando muchos ni siquiera saben que su primera tarea es amar a Dios con todo su corazón, con toda su alma, con toda su mente y con todo su ser.
Ninguna de las más de las 630 normas morales que tenía el pueblo de Israel, podían darle correspondencia a Dios y mucho menos dar solución a los problemas sociales que intentaban evitar. Todas se convertían en grandes e insoportables cargas. Hacía falta el ingrediente, la levadura que le daría todo el soporte y sentido, no a la norma, sino a las relaciones sociales y de cara a Dios: volver a ese amor primero en Dios.
Ahora el tiempo ha llegado para que la criatura entre en este plano del Divino Reino. Llegó el tiempo en el que la bondad de Dios llama al hombre a vivir en este estado sublime en donde el Divino Querer entre en la vida del hombre y le enseñe el modo de vivir, sus efectos, las maravillas y bienes que recibe la criatura que obra en este Divino Querer.
Volumen 19, Junio 20, 1926
Así soy Yo, mi ideal en la Creación era el reino de mi Voluntad en el alma de la criatura; mi primer fin era el de hacer del hombre otras tantas imágenes de la Trinidad Divina en virtud del cumplimiento de mi Voluntad sobre de él, pero en cuanto el hombre se sustrajo de Ella Yo perdí mi reino en él, y durante seis mil años he debido sostener una larga batalla, pero por cuan larga no he dejado aparte mi ideal ni mi primera finalidad, ni la dejaré, y si vine en la Redención, vine para realizar mi ideal y mi primera finalidad, esto es el reino de mi Voluntad en las almas, tan es verdad, que para venir formé mi primer reino del Querer Supremo en el corazón de mi Mamá Inmaculada, fuera de mi reino jamás habría venido a la tierra; así que sufrí cansancio y penas, quedé herido y finalmente asesinado, pero el reino de mi Voluntad no fue realizado, arrojé los fundamentos, hice los preparativos, pero la batalla sangrienta entre la voluntad humana y la Divina ha continuado aún.
Hermanos, mientas el hombre no conozca cuál es la razón de ser de su estar en el mundo, mientras no entienda que su primera obligación es Dios, y mientras no ponga en un segundo plano los bienes terrenales, difícil que podrá escuchar las palabras que Jesús hoy dirigió al escriba: “no estas lejos del reino de Dios”. A lo mejor tendrá que escuchar: “qué lejos estás del reino de Dios”.
Nuestra Madre celestial, verdadera depositaria de los bienes celestiales, interceda para que conociendo cual es la primera y más importante misión, el hombre se disponga para entrar al Reino que Jesús hoy nos está mostrando, el Reino de su Divino Querer.