Novena de Navidad. SEPTIMO DÍA
SÉPTIMA MEDITACIÓN: El amor no correspondido y herido por la ingratitud de las criaturas Séptima hora: «Hija mía, no quieras dejarme solo en tanta soledad y en tanta oscuridad, no quieras salir del seno de mi Madre, para considerar bien el séptimo exceso de mi amor. Escúchame: en el seno de mi Padre Celestial, yo era plenamente feliz; no había bien alguno que yo no poseyera, felicidad, todo estaba a mi disposición. Los ángeles, reverentes, me rendían culto de suma adoración, y todos estaban pendientes a mis gestos. Pero el exceso de mi amor por el género humano podría...